Acabamos de dar por finalizadas las actividades con motivo de San Andrés. Ha sido, esta última, una semana intensa, algunas veces agobiante. La obra del baptisterio se ha terminado, gracias a Dios y al trabajo de muchos, poco antes del pitido final; la charla de jueves, como siempre con una asistencia reducida y evidentemente los habituales; el concierto - oración del jueves estuvo magnífico, quienes acudimos pudios disfrutar de la música, de las voces y del silencio orante. Y ayer el día de la parroquia. La misa, la bendición de la capilla bautismal, el compartir la comunidad junta y el compartir con los hermanos sacerdotes.
Por la noche la guinda la pusieron los jóvenes. Acudieron pocos de otras parroquias, pero la cosa estuvo bien.
Una buena semana, intensa, emocionante, cansada... Una muy buena semana.
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